Sábado.-

Hoy, me levanté exactamente a las seis y tres minutos de la mañana porque aparentemente alguien del edificio de al lado estaba haciendo una fiesta ruidosa y algo fuera de control, nos vibraban los vidrios de las ventanas, se escuchaba la música y un coro bastante desafinado que lo acompañaba. Frente a semejante quilombo, otro vecino, que me parece, se cansó de los aullidos humanos que hicieron toda la noche, no tuvo mejor idea que salir a gritarle un insulto tras otro desde la ventana explicándole que en unas horas tenía que ir a trabajar.
Se ve, que se levantaron varios ante semejante contaminación sonora, y empezaron a gritarse entre todos pidiendo silencio (situaciones bizarras, si las hay). Esta claro. que el único que no se enteró de la protesta de la la pequeña comunidad de vecinos, fue el anfitrión de la fiesta y sus invitados.
Abrí los ojos y no entendía nada, hasta que se me conectaron las dos neuronas disponibles y como no me quedaba otra me cague de la risa de la situación escuchando los insultos que se daban unos a otros, como si eso fuera a mejorar realmente la situación.
Hace un rato me despegué de la cama, después de hacer la fiaca de rutina, hice te de frutilla con tostadas, desayuné con mi hermana mientras se cambiaba para ir a trabajar, nos informamos un poco, y ahora, tengo la nueva novela en mano (en realidad, ahora, ahora, literalmente, estoy escribiendo esto, pero con intenciones de terminar y sentarme a leer un rato), esperando ansiosa que sea la hora de tirarme en la terraza a tomar sol, que la piel se me impregne de aroma a coco y bronceador, compartir un buen tere y si queda algo de tiempo, sentarme a estudiar.
Los sábados me caen de puta madre. Es MI día de la semana.

Cuando tuve oportunidad de escuchar algo que me gusta y no los gritos, aullidos y demás, me deleite con este remake de I want to break free , sin desperdicios!
Además les dejo este vídeo del que me enamoré desde la primera vez que lo vi