Hace ya algunos meses vengo pensando cuál es realmente la función del militante.
A estas alturas tengo bien en claro que obsecuentes hay en todos lados y para todos los gustos.
Mi acercamiento en la militancia fue porque lo social me mueve. No me puedo quedar sentada sin hacer nada, me llena el alma ir a los barrios, dar apoyo escolar a los chicos, organizar colectas, hablar con los abuelos, hacer llegar las quejas de los vecinos a quien corresponde, dar una mano, poner el hombro, formarme, discutir una y mil veces las mismas cosas, las pintadas, los carteles, la mística militante. Hoy no me podría imaginar mi vida sin este mundo loco de peleas y alegrías.
Me acuerdo cuando empecé a estudiar abogacía, siempre guiada por lo mismo, la cosa pública, los derechos sociales, la igualdad en todo sentido, entre miles de otras cosas. Tenía un respeto a la justicia, las instituciones y la política intachable. Los años de carrera me mostraron los contrario. La militancia me terminó de sacar una gran venda de los ojos. Aprendí que, no importa el color de la camiseta, el clientelismo, los acuerdo favorecedores para algunos y las mentiras están en todos los partidos políticos  en todos los ambitos, nacional, provincial y municipal.
Hace unos meses tuve una especie de crisis con la militancia.
Estas desilusionada de la política me dijo una amiga una noche entre pizzas y cervezas. No, le contesté, estoy desilusionada de la clase política que es muy distinto. Estoy desilucionada de la obsecuencia que nos rodea, de la poca autocritica de los militantes en la mayoria de las fuerzas politicas, en lo chato del pensamiento de muchos. Estoy desilusionada porque los militantes no se replantean las cosas. Los que tienen la posibilidad de ser gobierno aceptan las cosas sin mas. No esperes que todos actuen como vos me retrucó mi amiga. No espero eso, le dije,
El tema es que no me puede entrar en la cabeza cómo vas a un barrio de clase media, media-baja y mirando a los ojos de la gente les decís, estamos tratando de hacer lo mejor, queremos ayudar a los mas desprotegidos, pero te aplicamos el boleto de transporte público mas caro del país. Eso si, no esperes la mejora y el control del servicio porque eso sería como ver caer nieve en pleno enero.
Cómo vas a un barrio y te llenas la boca de igualdad, mientras el patrimonio de los dirigentes sigue aumentando de dos en dos.
Cómo hablas con los abuelos y les decís que no hay plata para el 82% móvil, que la caja de jubilaciones esta vacía, pero el despilfarro en propaganda oficial no puede faltar.
Cómo le decís a los ciudadanos que mientras hacen un circo con lo de Malvinas se olvidan de Famatina.
Cómo miras a los mas chicos y les hablás de un futuro mejor cuando se veta una ley de glaciares, se destruye la mitad de los bosques, no se le aplican las multas correspondientes a las grandes empresas que contaminan el agua y el suelo. 
Cómo te llenas la boca de inclusión social cuando todavía no se discute una ley de aborto, una ley de estupefacientes para combatir el narcotráfico, y ni pensemos en una ley de coparticipación que a esta altura parece algo utópico.
Cómo hablas de progreso e inclusión social en las universidades públicas cuando los hijos de obreros representa el 1% del alumnado.
Cómo se defienden números inexistentes del Indec y se olvidan de todas las cuestiones que conllevan esos números falsos:
* Los precios aumentan acorde a la inflación real,los salarios no. Dirían los economistas, mientras los precios suben por el ascensor, los salarios lo hacen por la escalera, lo que perjudica principal y fundamentalmente a los sectores de ingresos fijos (osea trabajadores y jubilados) porque empresarios y capitalistas se adaptan a la situación con mayor rapidez, produciéndose una desigual distribución de la renta, beneficiando claramente a estos ultimos.
* Los indices de pobreza e indigencia también son medidos con la vara del Indec, que, como no reconoce la inflacion en su totalidad, los precios con los que se plantean las canastas basicas de bienes y alimentos, tambien son falsos. 6,5% de pobreza dijo CFK, admito que en un ppio pense que era un chiste, pero medio segundo después estaban todos aplaudiendo y festejando. Yo no sabia si tirarme del balcon o ponerme a llorar. Tanto verso, tanta mentira festejada me hace mal.

No voy a hablar de los impuestos regresivos como el IVA y el impuesto al cheque que está matando a las Pymes, ni de que en diez años no hay tecnología para la producción manufacturada de bienes, seguimos exportando la materia prima y comprando el producto de cualquier otro lado. No voy a hablar de que las empresas que se beneficiaban en la época menemista son las mismas que hoy siguen concentrando el poder en casi todos los campos económicos. Hace 10 años el gobierno nacional está en el poder y no se les ocurrió sacar una ley antimonopólica? Eso sería progresismo llevado a la práctica.
Y al fin y al cabo me pregunto realmente quién defiende los intereses del pueblo? 
Cuánto falta para que la oposición comience a hacer política en serio y se deje de chicanas baratas?
Adónde vamos a parar como país? 


Hoy me duele en lo mas profundo esta Argentina.