Vamos por parte.

Me colgué en escribir y leerlos. Estoy medio colgada con el blog:
Las cosas por aca vienen así:
A Gustavo lo ví el día antes de volverme a mis pagos por semana santa, estaba re mil drogado, primero hablamos un montón. El estaba bastante decaído, tomamos algo, nos reimos un poco, charlamos de la vida, traté de levantarle el animo, nos fuimos a dormir. Estaba tan cansada que me dormí profundamente al ratito, pero en un momento todo se volvió raro, estuvo medio brusco conmigo y como no sabía que carajo hacer ahí, me tome el palo. 

Llegué a mi querida tierra colorada el viernes, nos tocaron unos días divinos, recorrimos un poco el interior de Misiones y aproveché para estar con la familia, dormir, ver a mis amigos, salir, y hacer todas esas cosas que típicamente hago cada vez que me vuelvo. A veces la rutina me hace olvidar lo mucho que extraño a esos amigos que me conocen de toda la vida, con los que crecimos juntos. Son de esos amigos que a pesar de los años, las distancias y todas las idas y vueltas, están ahí siempre para hablar como si no hubiera pasado el tiempo, como si nos hubiésemos visto ayer. Una de las chicas esta embarazada. No les puedo explicar la felicidad que sentí cuando me lo contó. Mi amiga tiene una historia media jodida, pero me acuerdo una vez hace cinco años, en la primera vuelta a casa de las dos, después de rendir los ingresos, mientras nos tomábamos una coca y nos arrebatamos por contarnos los primeros meses en ciudades distintas, con personas distintas, carreras por descubrir y todo un puñado de ilusiones en la mano, me dijo, mi deseo mas grande en la vida es ser mamá, y hoy ese sueño se le está haciendo realidad. Me hace feliz saber que ella es feliz..

Volvimos a Córdoba el martes, no pudimos escuchar mucha radio en el viaje porque no enganchaba nada en la ruta, pero teníamos idea de algo de las inundaciones. Cuando prendí la tele al otro día y pude ver y escuchar los testimonios de los que habían perdido todo se me hizo un nudo en la garganta. Tanta impunidad y circo político y en el medio como siempre queda la gente. Es tal la indignación que tengo hacia gran sector de la clase política, con respecto a este tema, que se merece realmente un post aparte. Pero siento mucho, muchísimo por la gente que perdió todo, un poco, algo. Colaboré con lo que pude y hasta donde pude, la solidaridad del ciudadano en estos casos no tiene limites y desde acá se siente como un poco de aire fresco entre tanta mierda dando vuelta. No me puedo imaginar lo que deben estar pasando los que resultaron afectados, todavía se me estruja el corazón con este tema. Solo puedo mandar fuerzas y un gran a no bajar los brazos.

El viernes 5 fue mi cumple, habían veintitrés velitas para soplar este año arriba de la torta. No se si les conté que tengo una melliza, la cuestión es que festejamos el cumpleaños siempre juntas. Y, desde que vivimos en la docta vienen mis viejos a festejarlo. Este fue el primer año que lo festeje sin mamá, papá y mi otra mitad. Melli se fue a vivir sola hace tres semanas y lo quería festejar en su casa, me dolió pero la entendí. Decidimos hacer una cena de primos el jueves en vísperas del cumple así al otro día cada una festejaba en su casa con sus amigos. Salió todo mejor de lo que esperaba. Particularmente me encanta el día de mi cumpleaños. Sabía que este año me iba a pegar distinto, fue raro soplar las velitas sola, que no estes mis viejos para el abrazo y el feliz cumple y el siempre esperado llamado del abuelo que sé no va a existir mas, (hace tres años que no me dejas de doler viejito). Pero a la noche vinieron todos mis amigos, la pasamos genial, realmente hace mucho tiempo no salía y no disfrutaba tanto.

Y entre todo esto, estoy cursando seis materias, haciendo dos cursos en el colegio de abogados, dando clases de apoyo para chicos en un barrio y por arrancar a formarme para poder dar clases de derechos humanos en una cárcel para mujeres. Tengo una semana movidita y la cabeza algo quemada de tanto derecho. Pero no me quejo, soy feliz.
Básicamente esas son mis novedades, ustedes que me cuentan?