A Gustavo lo conocí hace dos semanas en una fiesta universitaria conocida como "el bosquecito".
Pegamos buena onda desde el principio. Esa misma noche terminamos en la cama.
Con Gustavo hay piel, hay mucha piel, pero también hay algo mas que solo sexo, hay intimidad. No se como explicarles la diferencia, solo puedo decir que se siente bien.
Gustavo tiene 34 años, todavía no se exactamente que hace de su vida, no trabaja, vive de rentas o algo así. En su vida arrancó 5 carreras y las dejó a todas, estudiar no es lo suyo. Se casó a los 19 y se divorció al poquito tiempo. Es el mas chico y el único varón de cuatro hermanos. No se puede ni ver con su mamá y su papá falleció de cáncer hace muchos años. Vive solo, a cinco cuadras de mi casa, a la vuelta de mi facultad. Le gusta el rock en todas sus variantes. No toma agua, prefiere jugo o gaseosa. Fuma casi dos atados de 20 por día. Le cuesta mucho dormir y me dice que cuando esta conmigo le transmito paz. Cuando nos conocimos después de hablar cerca de tres horas me pregunto que hacia de mi vida, estudio derecho le contesté, me miro unos segundos, pensando vaya uno a saber en qué y me dijo, pensé que lo tuyo era el trabajo social. Gustavo mi mima, me tapa con la colcha para que no me enfríe. me abraza y me dice que soy hermosa. Gustavo me hace cucharita y piojito hasta que me duerma. Gustavo, es un dulce de leche. Nos vimos unas cuantas veces, nuestras visitas consisten en cama, música, chiste y risas.
Pero, como no todo es color de rosas en esta vida, Gustavo, con toda su dulzura, tiene un pequeño problema, desde los 16 años se da con lo que venga. 
Básicamente  Gustavo vive limado desde que se levanta hasta que se acuesta, si es que se acuesta. Últimamente anda tan dado vuelta que no encuentra el interruptor en su cabeza.

Gustavo me gusta por lo que es, un no-novio, no-hueso, no nada. Gustavo es, simplemente,alguien para pasarla bien.

Desde el sábado tengo esta canción revoloteando en mi cabeza