3 de diciembre de 2012

Recapitulando.

Fin de semana pasado tuvimos la fiesta de fin de cursado de hermano mayor (increíble, pero le quedan unos finales, la PFO y se recibe de Médico!!! La emoción de la cena no se los puedo describir!!) Vinieron de visita Mamá, Papá, Abuela y hermano menor.
 Me la pasé yendo a merendar, de shopping, saliendo a comer con todos y estudiando en los ratos libres porque a todo esto, el martes rendía un recuperatorio de la materia que creo es la que mas detesté en lo que va de la carrera y si no la aprobaba me quedaba sin poder cursar quinto año. Si dormí diez horas en todo el fin de semana es mucho.
El lunes llegué destruída, pero me senté y estudie todo el día, casi que pasé de largo por una charla profunda que tuve con Mamá, que entre otras cosas me dijo, estoy muy preocupada por vos Cele, te veo peor que nunca, hay algo que no está bien, lo veo en tu cara, no sos feliz. (Mi vieja tiene una capacidad descomunal para saber que nos pasa, con sólo escucharnos sabe si estamos bien, mal, en la tierra o en la estratosfera) Lloré como una desgraciada toda la charla hasta las cinco de la mañana. Me levanté a las ocho, con los ojos en compota, para seguir estudiando antes de ir a rendir a la una. Escribí el parcial (recuperatorio mejor dicho) desesperada, quería que mi mano vaya tan rápido como las ideas, definiciones y artículos que me venían a la cabeza.
Volví a casa, dormí dos horas y me levanté porque el viernes tenía el primer final y tenía que arrancar urgente a estudiar.
Estudie todo el miércoles, a la noche puse stop, aproveche que estaba sola en casa, y que estaba lloviendo para llenarme la bañera con sales y espuma, me quede ahí hasta que se me arrugó la piel y el agua comenzó a enfriarse. Necesitaba un rato para saber dónde estaba parada.
Jueves, de nuevo, estudio. A la noche cerca de las tres de la mañana, mientras repasaba, llegan mensajes y llamadas de NN. Apagué el celular, realmente no tenía sentido que le contestara, tampoco me podía dar el lujo de dispersarme.
Viernes, sin poder pegar un ojo toda la noche me fui a rendir a las ocho de la mañana. Aprobada y contenta me volví a casa. Me acosté cerca de las dos de la tarde de ese viernes. Me levanté el sábado a las diez y media de la mañana.
Cuando miré el despertador, pensé que eran las diez y media de la noche, pero, por el costado de la cortina entraba la claridad del día, me fije de nuevo en el celular, decía clarito, A.M.
No tuve tiempo a reaccionar mas que eso, me llamaron las ganas de ir al baño y tomar agua, urgente.  Sábado, me la pasé mirando películas y tomando mates sola de nuevo en casa. Sólo cine argentino. Miré "Cenizas en el Paraíso", "Alma Mía" "Tres minutos" y "La noche de los lapices". Después de ver esa película me puse a leer un libro que se lo regalaron a mi hermano sobre el juicio a la juntas. Me quedé pensando en esa época, en los desaparecidos, en el rol del militante, en la historia tan oscura, llena de dolor. Lloré toda la película y parte del libro.
De nuevo, volvieron los mensajes de NN, hasta que se murió el teléfono porque estaba sin batería  no tenía ganas de buscar el cargador. Mejor apagado pensé.
En algún momento de la madrugada me quedé dormida. El domingo me levanto con unos gritos de GOOOL del vecino, estaba aturdida de nuevo. Ganas de ir al baño y de ingerir agua era todo lo que sentía.
Fui hasta el comedor, miro la hora, la siete de la tarde. Estaba sola. Me bañe, prendí el aire, hice un mate y arranqué la trilogía de Florencia Bonelli, "Caballo de Fuego"
Ahora estoy sentada, escribiendo con el mate al lado, mientras escucho caer la lluvia. Con la cabeza puesta en los finales que se vienen, las despedidas, y volver a casa, porque siempre, siempre, es bueno volver.

"Lo que no fue ya nunca será, 
cierra tus heridas, deja de llorar.
Abre tus ojos que ya sale el sol
Abre tu alma que llega el amor."


MUJER SOLA
Mejor signo de libertad
no encuentro
que esta noche a solas sin miedo al teléfono
babeando deliciosamente
la almohada
la pierna atravesada
el camisón enrollado
oscuridad total como me gusta
  y la seguridad
de que nadie perturbará
  mis sueños
hasta que yo misma lo determine
noche autónoma de absoluto silencio
en la que empiezo
como nunca antes
a gustar de mí
Mónica Albizúrez Gil

4 comentarios:

Fla dijo...

Cuando se la pasa tan bien, vale la pena perder horas de sueño,y vale la pena recuperarlas así.
Desde las dos de la tarde a las 10 de la mañana? INCREÍBLE.
Beneficios de vivir sola,poder hacer relax en la bañera...me vendría bastante bien. Me parece que papá y hno van a tener que irse..jaja

Beso!

Carolina dijo...

siii, dormir hasta que uno se despierte!!! es genial, pero un lujo en esta epoca de finales

Diego Ariel Vega dijo...

Pequeñas delicias de la vida del soltero que hay que aprovechar y saber disfrutar ;)

Maldo dijo...

Las ventajas de vivir solo es hacer lo que querés en los momentos libres. Muy bueno el blog. Me gusta mucho! Saludos!