29 de noviembre de 2012

Los de entonces.-



Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

No, ya no lo quiero. Pero cuánto lo quise.
Fue el tiempo lo que me desenamoro, los porrazos o tal vez, la vida misma.
No lo llamo madurez porque, creo, que todavía estoy en proceso, no me llegó la luz divina, que da  el visto bueno para hacerme adulta del todo.
Estaba encantada en tratar de convertir en agua dulce al agua de mar, pero, hay experimentos que están destinados a fracasar. 

Llamadas perdidas, mensajes varios de parte de él.
Domingo cinco de la tarde.
NN: corte con mi novia. te quiero ver. por favor. te necesito. respondeme los msjs aunq sea.
No emití respuesta. Es hora que entienda que se cortó la soga, tiramos tanto de ambos lado que se terminó por desintegrar.
Es que yo ya no soy esa chica que lo esperaba con tantas ansias esa noche fresca de enero, ya no soy la misma que hace dos años, que hace dos meses, que hace un par de horas tal vez. 
Estoy descubriendo(me), lo bueno, lo malo, lo que fui, lo que soy, lo que quiero llegar a ser. 
Estoy en constante cambio tratando de definir(me) las fortalezas, virtudes y desventajas. 
Todavía no tengo claro que quiero, pero estoy segura de lo que no quiero. 
No quiero gente a mi alrededor que me haga mal.





3 comentarios:

Carolina dijo...

NO CEDAS! NOOOO CEDAS!! No te olvides de todas la que te hizo. LEETE, y leete otra vez. Si quedaron dudas de que es un idiota, trata de no comprobarlo con èl, tenés un archivo de blog completo. Y siempre acordate que el hambre del alma es mala consejera

José A. García dijo...

¿Por qué no cambias de teléfono así no te puede contactar más? Sería mucho más saludable para ambos...

Saludos

J.

dejatellevar dijo...

Caro: me leí y me releí. No caer en la tentación, además de seguir aprobando finales son las prioridades de este momento!
José: Lo pensé, pero, no se, lo veo muy drástico a cambiar el número. Me acompaña hace cinco años.