Era septiembre de 2009, mi primer congreso nacional en Tucumán.
Salimos de Córdoba el jueves a la noche y llegamos el viernes super temprano, fuimos casi el primer grupo, lo que nos dio tiempo a recorrer un poco el lugar. Estábamos a 15 km de la capital tucumana en un predio de la universidad, había un colegio que suponíamos quedaba a unas 10 cuadras de donde parábamos y el resto era la nada misma.
La mañana fue lenta, nos asignaron una pieza que en principio era sólo para las 6 mujeres que habíamos ido, pero por esas maravillosos giros que tienen los congresos terminamos durmiendo y bañándonos 20 en esa habitación. Después del medio día arranco la discusión, los paneles, la actividad del congreso en sí. De a poco se iban armando las carpas, se escuchaban tonadas de todos lados, cantos, bombos, risas, amigos, compañeros de militancia, etc.
La cuestión era que la gente que dormía en carpa no tenia donde bañarse, el predio no alcanzaba para alojarnos a todos, entonces se asignaron una o dos piezas por provincia dependiendo la cantidad de gente.
Ese viernes a la noche después que nos bañamos los 20 que residíamos en nuestra pieza tocan la puerta dos mendocinos, me piden usar el baño, obviamente no les iba a decir que no, sin prestarle mucha atención los deje pasar y me tire a dormir. Uno de los chicos del grupo estaba con mucha fiebre, yo estaba cansada entonces nos habíamos quedado un rato mas en la pieza, el resto ya estaba en la fiesta que se había organizado, (la idea de las fiestas en los congresos en mas o menos así: al ser alejado de la ciudad en el mismo galpón donde se hacen los paneles durante el día, a la noche se sacan las sillas y se pone música, organizan una barra y la buena onda sobra)
Los mendocinos se bañaron, al negro le bajo la fiebre entonces emprendimos a bajar y encontrarnos con el resto del grupo.
Canción va, canción viene, cuando estaba enfilando para la barra a comprar otro fernet me frena en seco un chico y me dice, muchas gracias por dejarnos usar el baño hace un rato. Yo lo mire con cara de no entiendo nada, entonces me dice, te acordás que nos fuimos a bañar a tu pieza hace un rato no? y se me mató de la risa en la cara. Me río, y le digo, no, no hay problema, supongo que ustedes hubieran hecho lo mismo en mi lugar. Mira mi vaso y me dice, vamos que te invito otro fernet.
Lo observé atentamente un ratito mientras el pedía en la barra, tiene que ser rugbier pensé, pelo castaño claro, buen físico, 1.80, ojos miel, tez blanca. Todavía no sabia porque me había parado en el medio del camino, en realidad sabia, pero me rehusaba a pensar como semejante chico se iba a llegar a fijar en mi.
Hablamos toda la noche, su vida, la mía, las familias, los amigos, la militancia, problemas de las provincias, dirigentes, de todo, cuando sentimos que el sol asomaba, el alcohol escaseaba y el frió se sentía por demás me pidió mi número y con el mejor beso de las buenas noches/día cada uno se fue a dormir por su lado.
Me acosté a las 7, a las 9.30 estaba arriba desayunando y esperando para la primera charla del día. Para las 5 de la tarde el cuerpo me pedía a gritos dormir. Antes de volver a las piezas revise el celular, nadie tenia señal en todo el sector de las piezas, solo cuando salias al galpón. Pero no había novedades del mendocino.
Me levante y eran las 10 de la noche, los chicos me habían buscado la comida, cené, me cambié y baje a la fiesta una vez mas. En el camino me lo cruzo a Nacho, me invita a tomar unas vinos, yo después de no haber recibido noticias de el toda la tarde decidí hacerme la difícil un rato, muy breve por cierto. A penas cruzo todo el sector de las piezas me entran tres mensajes de él que me los habia mandado cerca de las 6, no habíamos coincidido en los paneles del mediodía ni de la tarde, me preguntaba donde andaba, que hacia y si quería tomar unos vinos a la noche. La mala señal me había jugado una mala pasada.
Lo espere, bailamos, hablamos, nos reímos, de alguna extraña manera parecía que nos conocíamos de toda la vida.
Dormimos juntos.
El domingo nos volvimos, despedida de por medio, mensajes todo el viaje y la promesa de volvernos a ver.
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