Me preparo el café con leche, lo extraño.
Armo el mate y me siento a estudiar, lo extraño.
Tomo sol, lo extraño.
Salgo a caminar, lo extraño.
Ceno, escucho música, lo extraño, lloro.
Trato de escribir, no me sale. Trato de estudiar, no me sirve. Pongo una película, lo extraño.
Me acuesto, me pierdo en un llanto ahogado, desesperado, busco sacar la angustia, la bronca. Tengo ganas de gritar y desaparecer por unos segundos para después fundirme en esos abrazos con mamá en los que siento que con ella estoy segura, protegida, que no importa cuanto mal me hicieron, todo va a estar bien. En algún momento me gana el cansancio. Duermo.
Me levanto con los ojos hinchados, los labios secos, dolor de cabeza.
Me preparo el café con leche, no lo quiero extrañar mas.
Lo odio, no. Lo extraño, tal vez. No me banco mas.
Me odio, leo los diarios, me reprocho a mi misma el haber esperado tanto tiempo una respuesta que sabia que nunca iba a llegar.
Armo el mate y me siento a estudiar. Me reprocho el hecho de conformarme, sabiendo que yo valgo la pena, poco, mucho, casi nada, pero valgo; sabiendo que él en realidad esta enamorado de otra, pero su terror de estar solo puede mucho mas.
Tomo sol, me molesta que sea tan egoísta de esperar que de alguna retorcida forma, siga estando ahí para él cada vez que suene el teléfono a las 3 de la mañana sabiendo que el nunca me va a querer de la misma forma que yo. A veces, cometo el grave error de dar y esperar lo mismo de la otra persona. Tengo que salir.
Salgo a caminar, ceno, pongo una película, me rio, me rio tan fuerte que me duelen las costillas.
Me acuesto, lo extraño. Me repito una y mil veces yo valgo, mas que el suelo que él pisa. Estoy segura que en algún momento me voy a auto-convencer, esperemos que no tarde mucho en llegar.
Me quedo acá en el guión que estoy armando de mi nueva realidad.
2 comentarios:
uf, nena... qué lugar difícil ese en el que estás parada!!!!
Y yo sé que estas cosas no te sirven ahora pero también sé que es necesario que alguien nos las diga así que, acá voy:
Se sale, se puede, se sobrevive. Después te sentís inmortal por un ratito. Lo más importante, es todo lo que se aprende y se construye (que, ojalá, no sean sólo murallas).
Ánimos y pasame un matecito!
Conozco ese sentimiento, no te apures en querer dejar de sentirlo; pero ten por seguro que dia con dia se extraña menos, y de pronto un día no se extraña mas.
Ques estes bien!
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