Ella tenía 24 años, recién recibida de contadora pública, trabajaba en el negocio familiar, era la primera vez que decidía irse sóla con su hermana de vacaciones a una playa de Brasil.
Él tenía 25 años, le faltaba un año para recibirse de médico, trabaja como preceptor en un colegio público en el turno noche, se fue a vacacionar con sos cuatro hermanos y tres amigos, como tantos otros años, a la misma playa que ella.
Ella misionera, Él cordobés.
Se vieron. se cruzaron las miradas, se conocieron en la playa.
Ella no podía creer que él se le acercaba, ese morocho de piel dorada por el sol y los ojos celestes mas lindos que había visto en su vida.
Él supo en ese momento que la tenía que tener, ella, tenía que ser suya, como sea.
Pasaron las vacaciones, desde ese cruce de miradas se vieron todos los días hasta que les llegó el momento de partir a sus respectivas provincias.
Durante un año entero se comunicaron por cartas y teléfono, se escribieron doscientas cartas de amor. El teléfono no era moneda corriente, y la larga distancia se cotizaba en oro, por lo que se hablaban cuando encontraban un teléfono pinchado, como acostumbraban a decir en esa época.
Él fue a visitarla a Misiones, lo recibió el padre de ella, un tipo serio por naturaleza, con una voz algo dura y cara de pocos amigos, no sabía las intenciones claras de ese cordobés para con su hija. Cuando se pudieron conocer la situación se relajó. Ellos se reconocieron, se amaron, se enamoraron aún más.
Ella fue a Córdoba a visitarlo, conoció su casa, los padres de él, los hermanos, los amigos, la gente del barrio, sus primas. La casa de él era la casa del pueblo. En la mesa siempre había lugar para uno más.
Estaban locos el uno por el otro. En el medio él se recibe. Ella no se volvió más a Misiones.
Se casaron un 17 de enero, ella tenía un vestido blanco sencillo y él tenía un traje gris. La fiesta la hicieron en un restaurant que servía parrilla libre y la música fue un chanchito con cuatro cassettes que sonaron toda la noche hasta la siete de la mañana del otro día.
Se fueron de luna de miel a un pueblito cerca de la capital cordobesa. A los pocos días se entera que esta embarazada de algo así como un mes. Era una sorpresa, pero los abrumó la felicidad.
Él venía de una familia de cinco varones, estaba acostumbrado a las familias grandes y ruidosas, quería una así, quería que sus hijos tengan la misma relación que tenía él con sus hermanos. Ella tenía una sola hermana, con la que nunca se terminó de llevar del todo bien, soñaba con tener muchos hijos y hacerse vieja en la misma casa con él.
Nació "la reinita" como la apodaron sus abuelos, nadie se esperaba una nena, las ecografías decían que iba a ser un varón. Pero llego ella, con unos ojos verdes grandes con los que compraba a cualquier y unos cachetes regordetes que daban ganas de comerla a besos.
Al poco tiempo Él, Ella y la reini tuvieron que dejar Córdoba para irse a en ese entonces un pueblo de Misiones, Eldorado, por asuntos laborales de él.
Ella estaba embarazada de nuevo, al año y una semana exactamente del nacimiento de la reini, llegó a sus vidas el primer nieto varón de la familia, su abuelo paterno soñaba con que siga su profesión y se convierta en médico, su abuelo materno sólo quería enseñarle su pasión por los números y el arte del golf. Lo apodaron Chancho pero después de un tiempo se convirtió en Chocho, el sobrenombre con el que hasta el día de hoy lo conocen todos.
La situación económica no era para nada buena. Él se la pasaba de guardia en el hospital y ella estaba sola con los dos chicos. Subsistían con la ayuda de los padres de ambos.
Al año Ella vuelve a sentir los síntomas de embarazo de nuevo, se hace tres evatest, los tres le dieron negativo. Siguieron los síntomas y se fue a sacar sangre. Resultado positivo.
Cuando le hicieron la primer ecografía se dieron cuenta que el tema venía por partida doble, estaban esperando mellizas.
Estaban llenos de dudas, la situación económica, los dos chicos tan chicos, el tema laboral, estar lejos de ambas familias. Todos los problemas los superaron. No estaban seguros de seguir adelante con ese embarazo, pero tampoco podían interrumpirlo, no querían. Estaban dispuestos a afrontar lo que sea.
Con la panza de seis meses, Ella armo la mudanza de esa casita en el Eldorado y se fueron a vivir a Posadas. Él, seguía trabajando en Eldorado, los visitaba un fin de semana cada diez o quince días.
Nacieron las mellizas, desde el día uno fueron distintas, desde el día uno, se pudieron identificar las personalidades de cada una. La inquietud y la tranquilidad. La rapidez y la parsimonia Lo dispersa y lo atenta. Eran el ying y el yang, como hasta el día de hoy.
Ambos fueron progresando en sus carreras. Él se hizo de un nombre propio y se puso un consultorio en Posadas, Ella estaba a cargo del negocio familiar junto a su papá.
La vida no les fue fácil tuvieron que pasar muchas batallas, tuvieron que atravesar etapas difícil con hijos chicos y seguidos, que requerían atención constante. Les querían dar todos los gustos y por eso se rompían el alma trabajando todos los días. Ella se puso al hombro el negocio, la casa y los chicos, vivía sobrepasada de cosas. Él trabaja en el consultorio y hacía guardias dos veces por semana y algunos fines de semana completos, se sentía su ausencia en la casa entre semana, lo compensaba todos los sábados a la mañana llevándolos a la plaza San Martín a andar en bicicleta mientras Ella trabajaba.
Seis años después de llegar a Posadas, Ella queda embarazada de su quinto y último hijo, fue el único que realmente buscaron.
Ella le dijo a Él cuando supo que estaba esperando - Esta es una bendición que nos mandó tu mamá desde donde sea que esté, vos sabes que yo no soy para nada religiosa, pero la última vez que la vi, le dije que quería tener otro hijo pero que nos estaba costando mucho y ella simplemente me contestó: tene paciencia que todo llega cuando menos te lo esperas. Ellos se sonrieron, a Él le saltó una lágrima, realmente extrañaba mucho a su mamá.
El gordo nació un 11 de abril, era una pelotita con la carita rosada y pelo negro. Casi no se lo escuchaba llorar. Desde que "la reini" lo tuvo en sus brazos ese medio día de abril, fue su protegido, fue como su hijo menor.
Paso la vida... En el medio, falleció el Papá de Ella, frente a esto se tuvo cargo del todo del negocio familiar.
Él, cada vez era mas conocido como médico, por lo que tenía cada vez mas trabajo.
Compraron una casa para tirarla abajo y construir la casa de sus sueños. No tuvieron la oportunidad. Siguieron ahorrando, hacían pequeños sacrificios por todos lados.
Compraron otro terreno, construyeron la casa que tanto anhelaban. Se mudaron, los chicos se hicieron grandes.
En el 2006 Ella se entera de una infidelidad de Él, se perdonaron, buscaron reconstruir la relación.
En el 2007 Ella se pelea con su mamá y su hermana. Corta todo lazo, toda relación con ellas. Deja el negocio familiar y pasa a ocuparse exclusivamente de su casa. Con la plata de la liquidación del negocio contruyó unos mono-ambientes, para ella las propiedades propias valían mas que cualquier lingote de oro. Él, fue su sustento durante todo esa etapa. Fue su roca, su contención.
En el 2010 fallece el papá de Él. Fueron una mezcla de sensaciones, pero la que mas lo sobresalto era la necesidad de acercarse a sus hijos, de llamarlos, de saber como estaban, de protegerlos. Desde ese 9 de julio helado, Él, entendió que la vida era una y que necesitaba hacerle saber a sus seis tesoros cuanto los quería. Trabajo todos los días en mejorar la comunicación, siempre fue un tipo de pocas y sabias palabras, ahora quería mas.
Hubieron gritos, llantos, recriminaciones, muchas lágrimas, dolores, peleas sin sentido, peleas fuertes, pero, por sobre todo hubo mucho, pero mucho amor que ayudó a sobrellevar todas esas cuestiones a lo largo de todo su matrimonio.
Lo curioso de esta familia es que a pesar de todos los problemas, de todas las adversidades, siempre están los unos para los otros.
Hoy, tienen cuatro hijos estudiando en la ciudad natal de Él, forjando su futuro para ser profesionales. El mas chico está a un paso de salir de la secundaria, a un paso de empezar a vivir una nueva vida, la misma que sus hermanos mas grandes. Hace poco se incorporó Roco, un manto negro que les hace compania. Ella supo limar las asperezas con su familia y después de 4 años sin hablarse la navidad del año pasado se desearon felices fiestas con su mamá.
El 17 de enero del año pasado, cumplieron 25 años de casados, las bodas de plata. Lo festejaron recién vueltos de Brasil con todos sus hijos, la mamá de Ella, y algunos amigos. Fue algo intimo en el comedor de su casa con todos los seres mas queridos.
Hoy, viven en la casa de sus sueños y por primera vez en muchos años tienen tiempo para ocuparse de la pareja, tienen tiempo para revivir el romance que a veces lo dejaban de lado por la rutina, por los hijos, por las urgencia del día a día.
Hoy, a pesar de los encuentros y desencuentros que tuvieron como pareja, a pesar de los malos tragos, de todas las batallas que tuvieron que lucharla juntos siguen estando mutuamente, apoyándose el uno en el otro.
Hoy, después de compartir esta historia de casi 26 años juntos se siguen amando con locura y se lo recuerdan todos los días.
- Esta es la historia de mis viejos, esas dos personas que me enseñaron que hay que levantarse para lucharla todos los días, que las adversidades van a estar siempre, hay que saber sortearlas, que la vida es una sola y hay que saber vivirla.
Su canción es esta:
3 comentarios:
Me hiciste llorar, es una historia hermosa, y se ve sobre toda las cosas, que ambos dejaron muchos egoísmos de lado para ponerle el hombro. Eso es AMOR.
Tengo 43 años, y cada vez que me encuentro con algun amigo o amiga me dicen que se separaron, que se están separando, que se cagaron...
No se, leer historias como estas, te devuelve la esperanza.
Te felicito por la familia que tenés!
Ah! ese tema...me recuerda mis primeras incursiones en bailar lento en los boliches, un temón!!!
besos
Que hermosa tu historia♥ es digna de un libro.... me da envidia, pensar que la gente antes se amaba mas, había amor puro.....
Que linda tambien la manera de plasmarlo... ojala algún día alguna de mis historias sea como esta.
Gracias por visitarme Celes!!!
Hace tiempo que te leo pero me parece que nunca antes escribí algo.
La historia no solo me conmovió sino que, en cierta medida me tocó de cerca. Tus padres, haciendo cuentas, se casaron en enero de 1987. Yo, en noviembre de 1986. Y ese tema lo bailé infinitas veces con mi esposa. Gracias por la historia y los recuerdos.
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