Es todo y al mismo tiempo no es nada.
Mientras la ciudad se va pintando de colores, el sol quema la piel, nos deja un brillo especial, el calor todavía agradable nos invitan unos porrones, el parque me llama a correr, a tirarme en el pasto.
De repente, mientras se cuela el olor a fresias entre estas palabras, siento que vuelvo a respirar, que todo lo que dolía, ya no está mas.
1 comentario:
Definitivamente, eso es la primavera. Tan, tan, diferente al invierno.
Saludos
J.
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