El fanatismo pasa a ser pura obsecuencia.
La auto-critica se pierde en el gorilismo desmesurado. Se piensa que con la chicana se construye, se debate, se fundamenta.
Se olvidan de las ideas, se acuerdan sólo de los hombres que alguna vez fueron grandes.
Desconocen los principios porque el fin justifica los medios.
Se olvidan de la esencia de la política, sin importar el color que los defina. S
e olvidan de la verdadera causa, el pueblo.
1 comentario:
totalmente! clarísimo.
Que bueno que haya surtido algún efecto tu catarsis.
Buen finde!
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